Como quiera que el Ayuntamiento, ajustándose a las necesidades a que nos vimos abocados por la pandemia que sufríamos en aquellos momentos, se vió obligado a suspender la cabalgata.
Se decidió que sus majestades no faltaran a la cita que tienen, como cada año, con los niños de Cáceres, y se dispuso todo para que Melchor, Gaspar y Baltasar llegaran a nuestra ciudad a bordo de sendos globos que se pudieron ver desde todos los rincones (parques públicos, jardines, paseos, pisos, casas, etc).
En un día radiante, SS. MM. fueron saludando a niños y mayores de la ciudad, subidos en sus transportes voladores, movidos por el entusiasmo y la alegría de ver que, en Cáceres eran recibidos por todo lo alto, y “nunca mejor dicho”.
Arema, como no podía ser de otra manera, se sumó a esta iniciativa y dispuso todos sus medios para que la fiesta de Reyes Magos tuviera todo el lucimiento posible y que sus regalos llegaran a todos los niños de Cáceres, haciendo gala de su lema “un juguete, un niño, una ilusión”